Illuminati

La mayoría de la gente conoce el 1 de mayo como el día internacional de los trabajadores o el día mundial del asma.  Pero también el 1 de mayo, de 1776 para ser exactos, se fundó una organización que la mayoría de la gente cree enteramente ficticia: los Illuminati.

Adam Weisshaupt había crecido con educación jesuita pero era muy inquieto y con tendencias liberales. Se interesó por la filosofía de los masones, los gnósticos y los maniqueos, entre otros. A parte de inquietudes también tenía importantes contactos, como Robespierre o el Marqués de La Fayette. Él fundó en Baviera a los Illuminati, originalmente cinco personas, y sus raíces culturales provenían principalmente del movimiento de la Ilustración. Su objetivo era extender en la sociedad sus ideas liberales. En su cúspide, los Illuminati llegaron a estar extendidos por toda Europa, con más de 2000 miembros.

Desafortunadamente en 1777 en Baviera se prohibieron todas las sociedades secretas, lo que por supuesto incluía a los Illuminati. En los años que siguieron sus miembros fueron perseguidos y sus libros requisados. Los Illuminati pasaron a la clandestinidad.

Si hasta entonces eran más que nada un grupo perseguido de gente culta e influyente con ideología común, en 1780 se convirtieron en una auténtica organización secreta. Adolph Freiherr Knigge se unió a ellos, los dotó de una estructura similar a la de los masones y comenzó a recultar en serio. Infiltraron miembros en otros grupos, como los masones, los francmasones y clamaron ser los sucesores de los Templarios.

Weisshaupt no aceptó de buen grado los cambios introducidos por Knigge, la orden se fracturó en dos corrientes hasta que un congreso de Illuminati en 1784 decretó que ninguno de los dos sería el líder. Las luchas internas continuaron un año, hasta 1785, cuando volvieron a introducirse leyes contra las sociedades secretas y el Papa Pio VI declaró herejes a los Illuminati.

Esto acabó con los Illuminati, que acabaron por desparacer y dejaron de ejercer su influencia secreta en Europa y con los años se convirtieron en un bonito recurso literario para novelas, películas y teorías de conspiraciones. Ya sabéis, o eso es lo que quieren que creamos, jejeje.