martes, 25 de diciembre de 2012

Realidad histórica del nacimiento de Jesús

Hoy, día de Navidad, que conmemora el nacimiento de Jesús (recordemos que Navidad es una forma desgastada de Natividad), es un buen momento para explicar con más detalle lo que que he comentado en algunas entradas de historia acerca de que Jesús nació en junio y no en diciembre.

Según Mateo, Jesús nació cuando Herodes era rey de Judea. Según Lucas, además, Quirino era el gobernador designado por Roma. Aquí tenemos un problema: Quirino fue gobernador de Siria y Judea años después del reinado de Herodes. De hecho vayamos más allá:  Herodes murió el 4 A.C. y Judea no fue provincia romana hasta el 6 D.C.

La tradición cristiana se inclinó por la versión de Mateo y emplazó el nacimiento durante el reinado de Herodes, pero Dionisio el Exiguo cometió un simple error aritmético al calcular las fechas. Os preguntaréis, si es un simple error aritmético, ¿porqué no corregirlo? Pues por el orgullo de la Iglesia. Ya sabéis, eso de admitir y corregir un error está muy bien para los feligreses, pero los curas, obispos, cardenales y demás ni se lo plantean.

Los estudios e investigaciones serios al respecto, sin embargo, se inclinan por la versión de Lucas y emplazan la fecha del nacimiento bajo el gobierno de Quirino, debido a los efectos que tuvieron la vida y hechos de Jesús en Roma, ya que en muchos de los sucesos de su vida están directamente implicadas las autoridades romanas. Por tanto, siguiendo con la versión explicada en el Lucas 2:1-3, nació cuando Quirino era gobernador y durante la confección de un censo por parte de los romanos. Y los censos los hacían... en junio.

Añadid ahora el hecho de que los cristianos al ocupar territorio y declarar demoníaca cualquier religión diferente a la suya, solían adaptar las fechas de las celebraciones a los usos y costumbres locales para hacer más fácil a los lugareños el abandonar su identidad cultural y religiosa y adoptar la cristiana, y podemos entender cómo la celebración del nacimiento acabó en el solsticio de invierno.

Certeza absoluta al respecto no hay, sólo tenemos pruebas y hechos circunstanciales, pero la evidencia apunta abrumadoramente al nacimiento de Jesús durante el mes de junio.

De hecho también hay evidencia sólida de que Jesús tuvo un nacimiento normal (testimonio directo de su hermano Jaime, narrado al apóstol Pablo), y de que "hijo de Dios" era un título honorífico dado al líder del movimiento religioso, pero eso es harina de otro costal, y tal vez otro día os lo explique con más detalle.

Ya para despedirme, como en principio no tengo pensado hacer más entradas en el blog hasta el año que viene ¡aprovecho para desearos a todos unas buenas fiestas y un feliz año nuevo!

lunes, 24 de diciembre de 2012

SA - Feliz Falsedad

Ya es ése día del año otra vez: esta noche es Nochebuena y mañana Navidad. Así que hoy voy a colgar un villancico... más o menos. La primera vez que lo escuché yo todavía iba al colegio (hace demasiados años como para contarlos y admitir que me estoy haciendo viejo, jejeje) gracias al hermano mayor punk de un amigo. Desde entonces es una de mis grandes canciones de navidad. Y en estos días que vivimos eso de "La gente emana felicidad, todos sonríen sin parar, a quien pretenden engañar, si todo sigue igual" sigue siendo igual de válido que entonces.

Señoras y señores, con todos ustedes Soziedad Alkoholika.


viernes, 21 de diciembre de 2012

Cómo sobrevivir al fin del mundo

¿Decepcionados de que todavía exista el mundo? ¿Ilusionados de seguir aquí todavía? O tal vez no os sintáis seguros del todo hasta que no se acabe el día 21 en la franja horaria en la que vivían los antiguos mayas.

Si vuestro caso es el último, os puede interesar saber que existe un kit de supervivencia para el fin del mundo a la venta en Rusia. A saber: vodka, sardinas en lata, jabón, medicamentos y una libreta. En mi opinión, gran error de previsión incluir en el kit una libreta pero no poner lápiz ni bolígrafo.

Parece que este kit está teniendo unas ventas asombrosas. Como si por alguna razón tener una botella de vodka y sardinas en lata fuera a mantenernos con vida si el planeta se va al garete.

Por otro lado, si al final el mundo se acaba hoy, me encuentro paseando desolado por el Más Allá y veo a un puñado de rusos poniéndose hasta el gorro de vodka creo que me moriré de envidia.

martes, 18 de diciembre de 2012

Benedicto XVI, el asno y el buey

Parece que hasta ahora hacíamos mal los pesebres en casa cada Navidad. A saber, en su nuevo libro "La infancia de Jesús", Benedicto XVI dice que nada indica que hubiera animales en el pesebre durante el nacimiento de Jesús.

Vamos a ver, si empezamos con esas, los tres reyes magos que seguían una estrella tampoco deberían estar, puesto que se trata de una costumbre egipcia que adoptaron los judíos que acabaron huyendo con Moisés. Y es que la imagen metafórica de "los tres reyes magos" se refería a las tres estrellas que corresponden al cinturón de la constelación de Orión, que se hacían visibles en el horizonte nocturno egipcio en diciembre.

Tampoco deberíamos poner a los pastores, que Palestina no tiene precisamente clima tropical y en aquella época no disponían de botas de goretex ni abrigos de plumón para desafiar la fría noche invernal.

Es más, si debemos guiarnos por el realismo, tampoco deberíamos colocar ni a Jesús ni a José ni a María, puesto que los estudios serios sobre los que la Iglesia no ha conseguido echar tierra encima concluyen que debió nacer en junio, así que es poco probable que se hubieran quedado en el pesebre hasta diciembre.

En definitiva, que la tradición de la Navidad y su contenido es en gran parte paradójico y metafórico, y no realista. Lo que debería contar es el espíritu navideño y no si de verdad había o no animales, ¿no creéis?

Claro que, probablemente, todo esto no sea más que un intento (y exitoso por cierto) de crear un poquito de controversia para darle publicidad al libro. Después de todo, con esta tontería del asno y el buey muchos medios importantes (y otros no tan importantes, como un servidor xD) le están dando publicidad gratis al libro de marras. Total, él mismo acaba diciendo que se pueden seguir poniendo las figuras de los animales, o sea que primero tira la piedra y luego esconde la mano, y seguro que más de un creyente que no tenía pensado comprar el libro lo hará a raíz de esta polémica. Desde luego, el Ratzinger de tonto no tiene un pelo.