Sir Tim Berners-Lee en Valencia

Hace un par de días Sir Timothy John Berners-Lee (creador de internet para más señas) dio una charla en la Campus Party de Valencia. Uno imagina que el creador de la tecnología que más cambios sociales ha causado en los últimos años crearía una cierta expectativa por parte de los asistentes, todos (teóricamente) adictos a las tecnologías de la información, el entretenimiento eletrónico e internet.

La asistencia de la Campus Party está cifrada en más de 5000 personas, si no me equivoco. Sin embargo al viejo Tim fueron a escucharle menos de 100 personas. Parece que si quitamos a los periodistas la asistencia baja muchísimo más. La gente prefirió seguir tranquilamente haciendo sus descargas y jugar online. Claro, supongo que nunca más en la vida podrán descargarse pelis ni echar unas partidas pero en cualquier momento cuando les apetezca pueden charlar con Tim.

No creo que a él le importe mucho, siempre ha sido un tipo poco amigo de la fama y las masas, pero a mí me parece inquietante que los asistentes al Campus Party vayan a hacer lo mismo que hacen en casa en lugar de aprovechar las actividades especiales que se ofrecen.

Sí, ya sé que la banda ancha que Telefónica le pone al Campus Party es la rehostia y que la peña piratea en un día lo de una semana pero vamos, no creo que pasar un ratito aprovechando una oportunidad que tal vez nunca se vuelva a presentar sea tan malo o poco apetecible. O pensándolo mejor, uno casi diría que el mayor cambio de los últimos tiempos está haciendo a la gente menos sociable (y que conste que yo también me considero "tecnoadicto").

Puede parecer que juntarse con 5000 y pico personas sea un acto de socialización, pero si todos están absortos en sus pantallas no se socializa mucho, la verdad. Tampoco creo que a Tim le importen mucho los cambios sociales que ha causado internet, después de todo su único interés era crear un medio que permitiese una rápida transferéncia de datos para facilitar su trabajo y lo consiguió. Lo que vino después, como suele decirse, es historia.