Ay, pobre don Mariano. Parece que con él la sacrosanta tradición de conceder como periodo de gracia los 100 primeros días de un nuevo gobierno ha pasado a mejor vida. Analicemos un poco la situación.
Nada más llegar al poder, él y su ejecutivo consiguen empeorar la crisis alejando a posibles inversores lanzando al mundo mensajes como "el país está en la ruina".
Luego los que durante el "reinado" del PSOE dijeron de si mismos ser "el partido de los trabajadores" y durante la campaña electoral prometieron no subir los impuestos, sorpresa, suben los impuestos (particularmente los que más afectan al consumo). Además abaratan el despido y facilitan la creación de EREs ficticios (de aquellos que sirven para recortar plantillas a coste reducido).
El gobierno entonces carga a las Comunidades Autónomas con la mayor parte de responsabiliad de nuestros problemas, necesariamente olvidando que más del 50% de la deuda de las CC.AA. lo generan Madrid y Valencia (curiosamente, gobernadas ambas por el PP).
Después viene el famoso baile de números (del 6 al 8, del 8 al 8,5% y tiro porque me toca) que en Bruselas no se tragan. De hecho, llegan a mandar un inspector de hacienda a investigarnos, con la pérdida de prestigio internacional que eso conlleva.
Después la UE se enroca aún más y no suaviza sus exigencias económicas. Tras un agitado tango, Mariano consigue acabar del baile con un 0,5% de margen... pero que hay que pagar al año siguiente, en realidad no nos han perdonado el pago sino que sólo nos permiten pagar más tarde. Ante esta promesa de que a un año malo lo seguirá otro peor, asisto con estupor al espectáculo del gobierno y la prensa afín ofreciéndolo como una victoria.
Lo realmente increíble es que, con lo mala que fue la gestión del PSOE, estos primeros meses del PP la están haciendo parecer buena.
Ostras, don Mariano, entiendo que usted tiene bailar con la que le ha tocado pero ¿no podría usted al menos intentar ser coherente?
Nada más llegar al poder, él y su ejecutivo consiguen empeorar la crisis alejando a posibles inversores lanzando al mundo mensajes como "el país está en la ruina".
Luego los que durante el "reinado" del PSOE dijeron de si mismos ser "el partido de los trabajadores" y durante la campaña electoral prometieron no subir los impuestos, sorpresa, suben los impuestos (particularmente los que más afectan al consumo). Además abaratan el despido y facilitan la creación de EREs ficticios (de aquellos que sirven para recortar plantillas a coste reducido).
El gobierno entonces carga a las Comunidades Autónomas con la mayor parte de responsabiliad de nuestros problemas, necesariamente olvidando que más del 50% de la deuda de las CC.AA. lo generan Madrid y Valencia (curiosamente, gobernadas ambas por el PP).
Después viene el famoso baile de números (del 6 al 8, del 8 al 8,5% y tiro porque me toca) que en Bruselas no se tragan. De hecho, llegan a mandar un inspector de hacienda a investigarnos, con la pérdida de prestigio internacional que eso conlleva.
Después la UE se enroca aún más y no suaviza sus exigencias económicas. Tras un agitado tango, Mariano consigue acabar del baile con un 0,5% de margen... pero que hay que pagar al año siguiente, en realidad no nos han perdonado el pago sino que sólo nos permiten pagar más tarde. Ante esta promesa de que a un año malo lo seguirá otro peor, asisto con estupor al espectáculo del gobierno y la prensa afín ofreciéndolo como una victoria.
Lo realmente increíble es que, con lo mala que fue la gestión del PSOE, estos primeros meses del PP la están haciendo parecer buena.
Ostras, don Mariano, entiendo que usted tiene bailar con la que le ha tocado pero ¿no podría usted al menos intentar ser coherente?
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